Suave, dorado y equilibrado.
El toque dulce de la miel se mezcla con la fuerza de la mostaza en una combinación que sorprende desde el primer bocado.
Es el sabor de la calma, de lo bien hecho.
Ideal para quienes buscan una experiencia más redonda, delicada, sin perder el alma del fuego.
23 g de proteína natural por paquete.